¿Quién frena tu Marca Personal?
por Andrés Pérez Ortega
Una de las cosas que suelo decir cuando me preguntan por el futuro del Branding Personal en nuestro país es que lo veo muy negro. Sé que no es el mejor modo de animar a la gente a diseñar su estrategia de Marca Personal pero una y otra vez me encuentro con el mismo panorama.
Quienes me escuchan en una conferencia o en un curso o leen algo de lo que escribo puede que momentáneamente sientan la necesidad y encuentren razones para ponerse en marcha. Puede que entiendan que la situación requiere realizar acciones distintas a las tradicionales. Quizás se animen al ver que cualquiera tiene los medios y las herramientas para dar a conocer su trabajo. Incluso puede que comprendan que la inversión económica para convertirse en un profesional reconocido es mínima o casi nula.
Por lo tanto podríamos decir que, además de que hay razones de sobra para diseñar un proyecto de Branding Personal, no hay impedimentos externos que lo dificulten o que lo conviertan en algo elitista o sólo para una minoría privilegiada y pudiente. Entonces, ¿Cuál es el problema?
Pues la mayor dificultad para que alguien se convierta en un profesional reconocido, valorado, influyente y respetado es… uno mismo.
Cuando hablo de Estrategia Personal, todo el mundo entiende que el proceso es sencillo. Cualquiera se da cuenta que para hacer un video y subirlo a Youtube sólo necesitas un movil o una webcam barata. Que para escribir un documento sobre tu especialidad sólo hace falta un trozo de papel y un lapiz. Que para hacer networking unicamente tienes que salir a la calle o levantar el teléfono. Que para aprender algo sobre un tema existen libros e información de sobra a nuestro alcance. Que para…
En realidad, todo lo que se necesita es reflexión, tranquilidad, esfuerzo, trabajo, persistencia, valor, valores y valentía, confianza, autoestima y algunas otras cuestiones que tienen que ver con la propia persona. Y ahí está el problema. El origen de la dificultad para ponerse en marcha está en ese órgano gris que tenemos entre las orejas. Se puede culpar a las circunstancias, se pueden poner excusas técnicas, coyunturales o externas de todo tipo. Pero si no te mueves, el problema es unicamente tuyo.
Algunas de las excusas más habituales que me encuentro son estas (seguro que te reconoces en alguna) pero hay muchas más, la capacidad de encontrar modos de no hacer nada es infinita:
- No tengo tiempo. Esta es una de las más habituales. Parece que mucha gente no se da cuenta que ha llegado el momento de encontrar otras formas de ganarse la vida. Todo esto de lo que hablo no es algo opcional sino absolutamente necesario, por lo tanto no sólo es absurdo decir que no tienes tiempo sino que además es falso. Todos tenemos las mismas horas al día, pero unos las aprovechan mejor que otros. Seguro que si hay algo que te gusta hacer, no tienes ningún problema en encontrar un rato para hacerlo. Por último, si algún día decides levantar el culo y ponerte a hacer cosas, te darás cuenta que tampoco hace falta echar demasiadas horas, es más bien una cuestión de aprovechar bien algunos ratos.
- Soy muy mayor. Esta excusa suele ser la habitual cuando se habla de cuestiones más tecnológicas. Me sucede con frecuencia que después de escuchar durante un buen rato las quejas de alguien sobre lo poco que le valoran en su profesión me dice que ya no tiene edad para aprender a utilizar algunas herramientas o "cacharros" o para ponerse al día en algunas cuestiones. Pues no puedo hacer otra cosa que esperar que algún día te des cuenta que primero, nunca se es demasiado mayor y segundo, que aunque creas que lo eres no te queda más remedio que ponerte las pilas porque, tal y como van las cosas, vas a estar currando hasta que te mueras.
- Soy muy joven. Tras esta excusa suele esconderse la tendencia a seguir viviendo de la "subvención" paterna o parapetarse tras unos estudios que no terminan nunca para no tener que enfrentarse al mundo "real". Quienes me lo dicen suelen razonar que no tienen conocimientos ni experiencia para posicionarse y eso es falso. Creen que hay que pagar el precio de hacer trabajos de mierda durante años (en los que no va a aprender nada) sólo para poder decir que tiene una profesión. Espero que te des cuenta que todos tenemos (o podemos adquirir con facilidad) conocimientos y experiencia que nos capacitan para hacer más cosas de las que te imaginas.
- Me da miedo-vergüenza. Relacionarme, escribir, llamar, hacer un video, hablar en público,… He conocido a gente valiosísima incapaz de salir de la burbuja. Todos los días me encuentro con personas que podrían hacer grandes cosas pero tienen un miedo terrible al ridículo y a las críticas. Eso, ademas de ser completamente egoista por privar a los demás de tu "talento", es ridículo y algo peor, inutil. Siempre digo que hagas lo que hagas te van a criticar, incluso machacar, pero es el único modo de aprender y de darte a conocer. Y al que no le guste, que le den.
Seguro que se te ocurren más excusas. Yo tampoco me libro, también encuentro formas de evitar enfrentarme a algunas situaciones. Pero siempre, siempre, el problema del Branding Personal no está en el primer elemento, el Branding, porque eso está muy clarito y definido. Lo que realmente te impide salir de tu bloqueo es la segunda parte de la ecuación, la Persona. Así que, coge un lapiz y un papel, busca un sitio y un momento tranquilo y empieza a poner orden en tu cabecita… o dificilmente podrás dejar huella en la de los demás
Saludos
Rodrigo González Fernández
Diplomado en "Responsabilidad Social Empresarial" de la ONU
Diplomado en "Gestión del Conocimiento" de la ONU
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