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LOS ESTUDIOS JURIDICOS REQUIEREN DE MARKETING JURIDICO PARA SOBREVIVIR

lunes, mayo 12, 2014

conoce más sobre el "Growth hacker" como nuevo profesional del marketing

MARKETING DE GUERRILLA VIRTUAL

'Growth hacker', el nuevo profesional de marketing
que necesitan las 'startups'

ESTEFANÍA PASTOR. AYER Empresas como Spotify han usado estas prácticas, para las que se necesita un perfil muy peculiar que mezcla al especialistas de marketing y programación

VALENCIA. En plena eclosión de las startups en el ecosistema emprendedor español, la fórmula growth hacking retumba cada vez más entre el mentoring de aceleradoras e incubadoras como un factor imprescindible para hacer crecer una empresa en fase semilla. Sara Quesada, asesora de proyectos de programas como Lanzadera, explica que se trata de una especie de marketing de guerrilla virtual, enfocado totalmente a Internet, y que permite, sobre todo captar usuarios de manera rápida. 

"El término growth hacking nace realmente de una publicación de Andrew Chen "How to be a growth hacker" y se forja en el mundo de las startup de Silicon Valley", explica Quesada. "Se trata, según palabras de Chen, de un híbrido entre "marketer and coder" es decir, marketing y programación informática", apunta. Alguna de las tácticas que maneja este nuevo marketer son el buen uso tanto del SEO como el SEM, email marketing, tests A/B o landing pages.

"Podríamos decir que son estrategias de Inbound Marketing en las que se transforma a un potencial cliente en un lead y de ahi pasa a ser consumidor, pero no sólo eso, si no que se construye un vínculo entre marca y consumidor para que se cierre el círculo siendo prescriptor", asegura Quesada. Para ests asesora, el verdadero éxito de esta figura en las startup es saber sacar el máximo partido de cualquier herramienta que ofrece internet para hacer crecer el número de usuario de forma escalable, analizando resultados y disminuyendo el presupuesto que se necesita en estas acciones de marketing.

Según explican Jesús Borrás y Alejandro Tomás, encargados del growth hackingBusiness Booster, el perfil debe contar con unos conocimientos técnicos mínimos, ya que se necesita saber de programación para no depender completamente del departamento tecnológico. De la misma forma, si su formación es del ámbito más técnico, el growth hacker tendrá que saber como redactar y vender. Lo curioso de este perfil es que un tanto variopinto, ya que puede tratarse de un programador que aprende marketing y redacción, o de un periodista que acaba adentrándose en temas de usabilidad y programación. 

De hecho, no parece demasiado descabellado que un community manager pueda evolucionar hasta convertirse en un growth hacker. "Se trata de integrar el marketing directamente dentro del producto", apunta Alejandro. Destaca el ejemplo de Spotify, la plataforma de música en streaming, y que permite compartir canciones en Facebook. Cada vez que un amigo de la red social pincha en la canción le redirecciona directamente a la plataforma de Spotify, lo que permite captar usuarios. Otra fórmula de growth hacking es facilitar el registro en una plataforma determinada a través de Facebook, ya que se agiliza el proceso de entrada.

No obstante, apunta la necesidad de desarrollar un buen producto que genereengagement. "Hay un componente grande de calidad del producto". Carlos Alcarria, product manager en la startup Cronoshare, es una de las plataformas que permite habilitar el registro por Facebook en la web. Esta empresa permite poner en contacto a clientes que necesitan un servicio a domicilio como los profesionales que buscan clientes. Entre sus estrategias se encuentra, por ejemplo, en captar profesionales a través de un web crawler que recorre distintas páginas de anuncios. También publican mensajes en chats y foros especializado, además de captar usuarios por un buen posicionamiento SEO. 

EL MARKETING DE GUERRILLA EN LA RED

Para Sara Quesada, las estrategias más efectivas, que pueden crear el mayor impacto al menor coste y aumentan el ROI, es un SEO bien hecho. "Esto implica tiempo y recursos de implementación", explica. "Optimizar el contenido y estructura de nuestra web para conseguir estar entre el top de resultados en base a las búsquedas de nuestro público objetivo es la mejor forma de impulsar nuestro negocio", destaca.  "Ahí donde esté nuestro público, ahi debiéramos estar nosotros".

También pone el foco en las redes sociales, generar un boca a boca virtual es la técnica más efectiva y más rentable, nada fácil por otro lado porque implica un alto grado de creatividad pero lo ideal es convertir el mensaje en algo susceptible de compartir. Hacer que hablen bien de la empresa. "En un mundo tan saturado de estímulos como el nuestro a veces lo más sencillo se convierte en lo más viral, utilizar el sarcasmo, la ironía o crear una falsa polémica pueden ayudarnos a generar expectación, respetando siempre la moral y el estilo comunicacional de nuestra marca", apunta.

Aunque asegura que no hay una fórmula matemática para que el marketing de guerrilla funciona, sí que asegura que se deben de tener en cuenta algunos detalles. Por ejemplo, conocer bien a nuestra audiencia (dónde se mueven, qué les ha interesado previamente, cuál es la tendencia en la conversación actual), ser disruptivos y la coherencia en el mensaje (intentar utilizar elementos relacionados o relacionables con nuestro producto/servicio para darle entereza a la campaña).

A pesar de que el marketing de guerrilla implica un presupuesto bajo, nunca será cero. Respecto a si es mejor o no que una campaña publicitaria, asegura que es algo más sutil que el usuario suele percibir como algo menos invasivo que la publicidad tradicional, sea online u offline. "La diferencia con la publicidad de pago es que al menos en el sector digital permite una segmentación excepcional por lo que llega a quienes estar predispuestos a interesarse por nuestro producto/servicio", destaca.


































































































































Saludos
Rodrigo González Fernández
Diplomado en "Responsabilidad Social Empresarial" de la ONU
Diplomado en "Gestión del Conocimiento" de la ONU
Diplomado en Gerencia en Administracion Publica ONU
Diplomado en Coaching Ejecutivo ONU( 
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 CEL: 93934521
Santiago- Chile
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#MENTOR: 5 errores en la búsqueda de un mentor .

5 errores en la búsqueda de un mentor

Si quieres desarrollar la relación de tutoría perfecta, evita estas equivocaciones comunes; tu mentor no debe ser igual a ti y debes acudir a él con una idea clara de la ayuda que necesitas.

Por: Katherine Reynolds Lewis | 
Lunes, 12 de mayo de 2014 a las 06:04
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Fortune
Para elegir a alguien como mentor tienes que conocerlo primero y no apresurarte a pedírselo a cualquier persona que admires. (Foto: Photos to Go)
Para elegir a alguien como mentor tienes que conocerlo primero y no apresurarte a pedírselo a cualquier persona que admires. (Foto: Photos to Go)
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Sócrates y Platón. Ralph Waldo Emerson y Henry David Thoreau. Maya Angelou y Oprah Winfrey. Ray Charles y Quincy Jones. Bob Noyce y Steve Jobs.

¿Quién no se beneficiaría de un sabio mentor? El más adecuado puede marcar una gran diferencia en tu carrera. Debes saber esto: el 96% de los ejecutivos ven la tutoría como una importante herramienta de desarrollo, según Lois Zachary, autora de The Mentor's Guide: Facilitating Effective Learning Relationships.

"Hay muchos beneficios en la tutoría", dice Zachary. "Un mentor puede ayudarte a conectarte a otras redes y puede exponerle a diferentes ideas, diferentes personas a las que de otra forma nunca tendrías oportunidad (de conocer)".

Artículo relacionado: 5 mitos y realidades del coaching

Al buscar tu propio Sr. Miyagi y desarrollar la relación de tutoría perfecta, evita estos errores comunes.

Tener un mentor igual a ti

Es posible que te sea cómodo desarrollar una relación con un mentor con una experiencia similar a la tuya. Esa no es la manera de crecer. En vez de eso, buscar a un mentor con experiencia y una perspectiva distinta puede ayudarte a identificar tus puntos ciegos.

"Muchos de los mentores de mujeres serán hombres. Muchos de los mentores de las personas de color serán blancos porque tienes que mirar a quién tiene el poder y la experiencia. Y habrá muchos más hombres blancos de más edad", dice Michael Melcher, un asesor ejecutivo de la firma Next Step Partners.

"No creo que la única persona que deba asesorarte sea alguien exactamente como tú. Es demasiado limitante y a menudo esa gente está demasiado solicitada".

Cuando la ejecutiva de tecnología Sharon Meers, coautora de Getting to 50/50 era una vicepresidenta de Goldman Sachs, la red de mujeres descubrió que todos los vicepresidentes varones estaban jugando basquetbol con líderes de alto nivel. Pidieron a los socios que crearan un programa que uniera a las mujeres con hombres de alto nivel como mentores. Varias mujeres que participaron avanzaron para convertirse en directoras generales.

"Fue increíble", recuerda Meers. "Los chicos que participaban eran socios que realmente se preocupaban por hacer avanzar a las mujeres. Las mujeres que participaron eran de alto potencial. No estábamos lidiando con problemas de desempeño".

De igual modo, tus mentores no deberían ser todos ex supervisores. Elige a personas que tengan exposición a un área de negocio distinta o incluso a aquellos en un sector diferente de tu empresa o industria.

2. Pedir ayuda en general

Un error clásico en la búsqueda de un mentor es invitar a almorzar a un alto ejecutivo y pasar el tiempo hablando sin rumbo, sin saber qué tipo de ayuda necesitas. Entre más específico y focalizado sea tu objetivo, mejor.

Al principio, puede que no sepas dónde necesitas crecer o desarrollarte, pero eso puede ser parte del proceso. Una vez que identifiques tus áreas de debilidad, elige mentores que puedan ayudarte en un área específica, tal vez en la gestión, en la comunicación, o en las presentaciones.

Artículo relacionado: Plan de carrera, aliado de los empleados

Cuando consigues ese asesoramiento específico, haz un seguimiento con tu mentor para compartir el resultado. A la gente le gusta saber que su consejo ayudó. Si terminas desviándote de los consejos de tu mentor, sé honesto acerca de eso también.

"El consejo del mentor no siempre será bueno, pero si no lo es, necesitan entender por qué", dice Meers. "La respuesta no puede ser 'nunca lo intenté'".

3. Desperdiciar el tiempo

Cuando le pides a alguien que te dé consejos, le debes la cortesía de respetar su tiempo y sacarle el mayor provecho. Eso significa asistir a cualquier almuerzo o café con una agenda clara en mente, ser eficiente en tu conversación y en tu seguimiento posterior. Desempeña un papel activo en la relación.

"El tiempo es el mayor problema y el compromiso. Es un gran compromiso", dice Roz Alford, director de ASAP, una firma de soluciones de tecnologías de la información. "Debe haber responsabilidad en las dos partes".

Debes establecer el orden del día para las reuniones, el seguimiento entre ellas, y definir la relación. "Lleva tus objetivos en una serie de conversaciones y hazlos muy específicos y definidos", dice Zachary. "De lo que realmente estás hablando es de cómo vas a desarrollarte y crecer".

Tu mentor no tiene todas las respuestas pero puede ayudar a guiarte para que las encuentres tú mismo. En otras palabras, no puedes almorzar con alguien una vez al trimestre y llamarla tu mentora.

Artículo relacionado: Cómo lograr tus metas laborales en 2014

4. Pensar que es una relación unidireccional

Una de los concepciones erróneas más comunes en la tutoría es que es una transacción o relación unidireccional. Los mentores pueden aprender mucho de las personas a las que aconsejan.

"Siento que recibo por lo menos tanto como doy", dice Jodi Allen, una vicepresidenta de mercadotecnia y operaciones de marca de Procter & Gamble Co. que disfruta de discutir avances en la tecnología móvil y las redes sociales con la gente que asesora. "Ellos me dan una enorme cantidad de energía. Son jóvenes y ambiciosos, y mucho más hábiles que yo de lo que yo era en ese momento de mi vida".

5. Forzar la relación

Es tentador apresurarse directamente y pedirle a tu héroe profesional que sea tu mentor. Eso sería un error. Este tipo de relación tiene que desarrollarse de forma natural.

En primer lugar, algunas personas odian explícitamente que se les pida ser un mentor. Debes llegar a conocer a alguien antes de preguntárselo, si es que verdaderamente necesitas hacerlo directamente.

"Debe ser una cosa tan orgánica que me siento incómodo preguntando", dice Nicole Loftus, presidenta ejecutiva de la firma de de mercadotecnia Big Hit. Dice que sus relaciones con mentores generalmente se desarrollan a partir de reuniones de almuerzo o conversaciones.

Cuando busques un mentor, pregunta a tus colegas y contactos para encontrar el tipo de experiencia en la industria, características personales, o conexiones que estés buscando. "Tienes que salir y ser capaz de decir a la gente: "Yo quiero aprender x, y, z, y decir: 'éstas son mis prioridades'", dice Zachary, "Es mucho más fácil obtener una buena respuesta por parte de alguien de este modo, que si dijeras: "Estoy buscando a un mentor, ¿a quién conoces?"

Melcher concuerda. "Hay que lanzar una red muy amplia", dice. "En lugar de decir: '¿Quieres ser mi mentor?', podrías decir: "He disfrutado mucho de conocerte. He aprendido mucho de esta conversación". Quisiera conversar contigo de nuevo en unos meses".

Eso ayudará a aliviar la presión de darte cuenta de que tendrás múltiples mentores en diferentes puntos de tu carrera, tal vez algunos de ellos de manera simultánea. Una persona puede asesorarte acerca del equilibrio trabajo-vida, mientras que otra puede presentarte a clientes potenciales.

"No es sólo un mentor para toda la vida", dice Zachary.

Si quieres desarrollar la relación de tutoría perfecta, evita estas equivocaciones comunes; tu mentor no debe ser igual a ti y debes acudir a él con una idea clara de la ayuda que necesitas.

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Para elegir a alguien como mentor tienes que conocerlo primero y no apresurarte a pedírselo a cualquier persona que admires. (Foto: Photos to Go)
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Sócrates y Platón. Ralph Waldo Emerson y Henry David Thoreau. Maya Angelou y Oprah Winfrey. Ray Charles y Quincy Jones. Bob Noyce y Steve Jobs.

¿Quién no se beneficiaría de un sabio mentor? El más adecuado puede marcar una gran diferencia en tu carrera. Debes saber esto: el 96% de los ejecutivos ven la tutoría como una importante herramienta de desarrollo, según Lois Zachary, autora de The Mentor's Guide: Facilitating Effective Learning Relationships.

"Hay muchos beneficios en la tutoría", dice Zachary. "Un mentor puede ayudarte a conectarte a otras redes y puede exponerle a diferentes ideas, diferentes personas a las que de otra forma nunca tendrías oportunidad (de conocer)".

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Al buscar tu propio Sr. Miyagi y desarrollar la relación de tutoría perfecta, evita estos errores comunes.

Tener un mentor igual a ti

Es posible que te sea cómodo desarrollar una relación con un mentor con una experiencia similar a la tuya. Esa no es la manera de crecer. En vez de eso, buscar a un mentor con experiencia y una perspectiva distinta puede ayudarte a identificar tus puntos ciegos.

"Muchos de los mentores de mujeres serán hombres. Muchos de los mentores de las personas de color serán blancos porque tienes que mirar a quién tiene el poder y la experiencia. Y habrá muchos más hombres blancos de más edad", dice Michael Melcher, un asesor ejecutivo de la firma Next Step Partners.

"No creo que la única persona que deba asesorarte sea alguien exactamente como tú. Es demasiado limitante y a menudo esa gente está demasiado solicitada".

Cuando la ejecutiva de tecnología Sharon Meers, coautora de Getting to 50/50 era una vicepresidenta de Goldman Sachs, la red de mujeres descubrió que todos los vicepresidentes varones estaban jugando basquetbol con líderes de alto nivel. Pidieron a los socios que crearan un programa que uniera a las mujeres con hombres de alto nivel como mentores. Varias mujeres que participaron avanzaron para convertirse en directoras generales.

"Fue increíble", recuerda Meers. "Los chicos que participaban eran socios que realmente se preocupaban por hacer avanzar a las mujeres. Las mujeres que participaron eran de alto potencial. No estábamos lidiando con problemas de desempeño".

De igual modo, tus mentores no deberían ser todos ex supervisores. Elige a personas que tengan exposición a un área de negocio distinta o incluso a aquellos en un sector diferente de tu empresa o industria.

2. Pedir ayuda en general

Un error clásico en la búsqueda de un mentor es invitar a almorzar a un alto ejecutivo y pasar el tiempo hablando sin rumbo, sin saber qué tipo de ayuda necesitas. Entre más específico y focalizado sea tu objetivo, mejor.

Al principio, puede que no sepas dónde necesitas crecer o desarrollarte, pero eso puede ser parte del proceso. Una vez que identifiques tus áreas de debilidad, elige mentores que puedan ayudarte en un área específica, tal vez en la gestión, en la comunicación, o en las presentaciones.

Artículo relacionado: Plan de carrera, aliado de los empleados

Cuando consigues ese asesoramiento específico, haz un seguimiento con tu mentor para compartir el resultado. A la gente le gusta saber que su consejo ayudó. Si terminas desviándote de los consejos de tu mentor, sé honesto acerca de eso también.

"El consejo del mentor no siempre será bueno, pero si no lo es, necesitan entender por qué", dice Meers. "La respuesta no puede ser 'nunca lo intenté'".

3. Desperdiciar el tiempo

Cuando le pides a alguien que te dé consejos, le debes la cortesía de respetar su tiempo y sacarle el mayor provecho. Eso significa asistir a cualquier almuerzo o café con una agenda clara en mente, ser eficiente en tu conversación y en tu seguimiento posterior. Desempeña un papel activo en la relación.

"El tiempo es el mayor problema y el compromiso. Es un gran compromiso", dice Roz Alford, director de ASAP, una firma de soluciones de tecnologías de la información. "Debe haber responsabilidad en las dos partes".

Debes establecer el orden del día para las reuniones, el seguimiento entre ellas, y definir la relación. "Lleva tus objetivos en una serie de conversaciones y hazlos muy específicos y definidos", dice Zachary. "De lo que realmente estás hablando es de cómo vas a desarrollarte y crecer".

Tu mentor no tiene todas las respuestas pero puede ayudar a guiarte para que las encuentres tú mismo. En otras palabras, no puedes almorzar con alguien una vez al trimestre y llamarla tu mentora.

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4. Pensar que es una relación unidireccional

Una de los concepciones erróneas más comunes en la tutoría es que es una transacción o relación unidireccional. Los mentores pueden aprender mucho de las personas a las que aconsejan.

"Siento que recibo por lo menos tanto como doy", dice Jodi Allen, una vicepresidenta de mercadotecnia y operaciones de marca de Procter & Gamble Co. que disfruta de discutir avances en la tecnología móvil y las redes sociales con la gente que asesora. "Ellos me dan una enorme cantidad de energía. Son jóvenes y ambiciosos, y mucho más hábiles que yo de lo que yo era en ese momento de mi vida".

5. Forzar la relación

Es tentador apresurarse directamente y pedirle a tu héroe profesional que sea tu mentor. Eso sería un error. Este tipo de relación tiene que desarrollarse de forma natural.

En primer lugar, algunas personas odian explícitamente que se les pida ser un mentor. Debes llegar a conocer a alguien antes de preguntárselo, si es que verdaderamente necesitas hacerlo directamente.

"Debe ser una cosa tan orgánica que me siento incómodo preguntando", dice Nicole Loftus, presidenta ejecutiva de la firma de de mercadotecnia Big Hit. Dice que sus relaciones con mentores generalmente se desarrollan a partir de reuniones de almuerzo o conversaciones.

Cuando busques un mentor, pregunta a tus colegas y contactos para encontrar el tipo de experiencia en la industria, características personales, o conexiones que estés buscando. "Tienes que salir y ser capaz de decir a la gente: "Yo quiero aprender x, y, z, y decir: 'éstas son mis prioridades'", dice Zachary, "Es mucho más fácil obtener una buena respuesta por parte de alguien de este modo, que si dijeras: "Estoy buscando a un mentor, ¿a quién conoces?"

Melcher concuerda. "Hay que lanzar una red muy amplia", dice. "En lugar de decir: '¿Quieres ser mi mentor?', podrías decir: "He disfrutado mucho de conocerte. He aprendido mucho de esta conversación". Quisiera conversar contigo de nuevo en unos meses".

Eso ayudará a aliviar la presión de darte cuenta de que tendrás múltiples mentores en diferentes puntos de tu carrera, tal vez algunos de ellos de manera simultánea. Una persona puede asesorarte acerca del equilibrio trabajo-vida, mientras que otra puede presentarte a clientes potenciales.

"No es sólo un mentor para toda la vida", dice Zachary.

Si quieres desarrollar la relación de tutoría perfecta, evita estas equivocaciones comunes; tu mentor no debe ser igual a ti y debes acudir a él con una idea clara de la ayuda que necesitas.

Por: Katherine Reynolds Lewis | 
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Para elegir a alguien como mentor tienes que conocerlo primero y no apresurarte a pedírselo a cualquier persona que admires. (Foto: Photos to Go)
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Sócrates y Platón. Ralph Waldo Emerson y Henry David Thoreau. Maya Angelou y Oprah Winfrey. Ray Charles y Quincy Jones. Bob Noyce y Steve Jobs.

¿Quién no se beneficiaría de un sabio mentor? El más adecuado puede marcar una gran diferencia en tu carrera. Debes saber esto: el 96% de los ejecutivos ven la tutoría como una importante herramienta de desarrollo, según Lois Zachary, autora de The Mentor's Guide: Facilitating Effective Learning Relationships.

"Hay muchos beneficios en la tutoría", dice Zachary. "Un mentor puede ayudarte a conectarte a otras redes y puede exponerle a diferentes ideas, diferentes personas a las que de otra forma nunca tendrías oportunidad (de conocer)".

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Al buscar tu propio Sr. Miyagi y desarrollar la relación de tutoría perfecta, evita estos errores comunes.

Tener un mentor igual a ti

Es posible que te sea cómodo desarrollar una relación con un mentor con una experiencia similar a la tuya. Esa no es la manera de crecer. En vez de eso, buscar a un mentor con experiencia y una perspectiva distinta puede ayudarte a identificar tus puntos ciegos.

"Muchos de los mentores de mujeres serán hombres. Muchos de los mentores de las personas de color serán blancos porque tienes que mirar a quién tiene el poder y la experiencia. Y habrá muchos más hombres blancos de más edad", dice Michael Melcher, un asesor ejecutivo de la firma Next Step Partners.

"No creo que la única persona que deba asesorarte sea alguien exactamente como tú. Es demasiado limitante y a menudo esa gente está demasiado solicitada".

Cuando la ejecutiva de tecnología Sharon Meers, coautora de Getting to 50/50 era una vicepresidenta de Goldman Sachs, la red de mujeres descubrió que todos los vicepresidentes varones estaban jugando basquetbol con líderes de alto nivel. Pidieron a los socios que crearan un programa que uniera a las mujeres con hombres de alto nivel como mentores. Varias mujeres que participaron avanzaron para convertirse en directoras generales.

"Fue increíble", recuerda Meers. "Los chicos que participaban eran socios que realmente se preocupaban por hacer avanzar a las mujeres. Las mujeres que participaron eran de alto potencial. No estábamos lidiando con problemas de desempeño".

De igual modo, tus mentores no deberían ser todos ex supervisores. Elige a personas que tengan exposición a un área de negocio distinta o incluso a aquellos en un sector diferente de tu empresa o industria.

2. Pedir ayuda en general

Un error clásico en la búsqueda de un mentor es invitar a almorzar a un alto ejecutivo y pasar el tiempo hablando sin rumbo, sin saber qué tipo de ayuda necesitas. Entre más específico y focalizado sea tu objetivo, mejor.

Al principio, puede que no sepas dónde necesitas crecer o desarrollarte, pero eso puede ser parte del proceso. Una vez que identifiques tus áreas de debilidad, elige mentores que puedan ayudarte en un área específica, tal vez en la gestión, en la comunicación, o en las presentaciones.

Artículo relacionado: Plan de carrera, aliado de los empleados

Cuando consigues ese asesoramiento específico, haz un seguimiento con tu mentor para compartir el resultado. A la gente le gusta saber que su consejo ayudó. Si terminas desviándote de los consejos de tu mentor, sé honesto acerca de eso también.

"El consejo del mentor no siempre será bueno, pero si no lo es, necesitan entender por qué", dice Meers. "La respuesta no puede ser 'nunca lo intenté'".

3. Desperdiciar el tiempo

Cuando le pides a alguien que te dé consejos, le debes la cortesía de respetar su tiempo y sacarle el mayor provecho. Eso significa asistir a cualquier almuerzo o café con una agenda clara en mente, ser eficiente en tu conversación y en tu seguimiento posterior. Desempeña un papel activo en la relación.

"El tiempo es el mayor problema y el compromiso. Es un gran compromiso", dice Roz Alford, director de ASAP, una firma de soluciones de tecnologías de la información. "Debe haber responsabilidad en las dos partes".

Debes establecer el orden del día para las reuniones, el seguimiento entre ellas, y definir la relación. "Lleva tus objetivos en una serie de conversaciones y hazlos muy específicos y definidos", dice Zachary. "De lo que realmente estás hablando es de cómo vas a desarrollarte y crecer".

Tu mentor no tiene todas las respuestas pero puede ayudar a guiarte para que las encuentres tú mismo. En otras palabras, no puedes almorzar con alguien una vez al trimestre y llamarla tu mentora.

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4. Pensar que es una relación unidireccional

Una de los concepciones erróneas más comunes en la tutoría es que es una transacción o relación unidireccional. Los mentores pueden aprender mucho de las personas a las que aconsejan.

"Siento que recibo por lo menos tanto como doy", dice Jodi Allen, una vicepresidenta de mercadotecnia y operaciones de marca de Procter & Gamble Co. que disfruta de discutir avances en la tecnología móvil y las redes sociales con la gente que asesora. "Ellos me dan una enorme cantidad de energía. Son jóvenes y ambiciosos, y mucho más hábiles que yo de lo que yo era en ese momento de mi vida".

5. Forzar la relación

Es tentador apresurarse directamente y pedirle a tu héroe profesional que sea tu mentor. Eso sería un error. Este tipo de relación tiene que desarrollarse de forma natural.

En primer lugar, algunas personas odian explícitamente que se les pida ser un mentor. Debes llegar a conocer a alguien antes de preguntárselo, si es que verdaderamente necesitas hacerlo directamente.

"Debe ser una cosa tan orgánica que me siento incómodo preguntando", dice Nicole Loftus, presidenta ejecutiva de la firma de de mercadotecnia Big Hit. Dice que sus relaciones con mentores generalmente se desarrollan a partir de reuniones de almuerzo o conversaciones.

Cuando busques un mentor, pregunta a tus colegas y contactos para encontrar el tipo de experiencia en la industria, características personales, o conexiones que estés buscando. "Tienes que salir y ser capaz de decir a la gente: "Yo quiero aprender x, y, z, y decir: 'éstas son mis prioridades'", dice Zachary, "Es mucho más fácil obtener una buena respuesta por parte de alguien de este modo, que si dijeras: "Estoy buscando a un mentor, ¿a quién conoces?"

Melcher concuerda. "Hay que lanzar una red muy amplia", dice. "En lugar de decir: '¿Quieres ser mi mentor?', podrías decir: "He disfrutado mucho de conocerte. He aprendido mucho de esta conversación". Quisiera conversar contigo de nuevo en unos meses".

Eso ayudará a aliviar la presión de darte cuenta de que tendrás múltiples mentores en diferentes puntos de tu carrera, tal vez algunos de ellos de manera simultánea. Una persona puede asesorarte acerca del equilibrio trabajo-vida, mientras que otra puede presentarte a clientes potenciales.

"No es sólo un mentor para toda la vida", dice Zachary.

Fuente:

Saludos
Rodrigo González Fernández
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